miércoles, 4 de agosto de 2010

Gripe A (XIX): Evitar besos y abrazos como medida preventiva.


El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define perogrullada como “una verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla”, asumiendo que Perogrullo era un personaje (no sabemos si real o ficticio) a quien se atribuye presentar obviedades de manera sentenciosa.

Si hemos dicho que la transmisión de los virus de la gripe tiene lugar fundamentalmente por vía respiratoria, a través de gotas de saliva contaminadas, podemos deducir, consecuentemente, que evitar la proximidad física de personas enfermas (o que puedan estarlo) disminuirá la posibilidad de contagio. Decir, por tanto, que evitar besos y abrazos de forma indiscriminada puede funcionar como medida preventiva es una afirmación de una lógica aplastante. Hay quien podría decir, incluso, que es una perogrullada.

El problema es que evitar besos y abrazos, por lógico que pueda parecer en estas circunstancias, es algo más fácil de decir que de hacer.

El Chispa es un personaje de historieta creado por dos autores argentinos, Gustavo Secreti y Gustavo Lucero, que, desde 2005, se publica en distintos medios de distribución gratuita de ese país. A mediados del año 2009, dicho personaje protagonizó una obra titulada “Club de Superhéroes: Todos contra la gripe A”, concebida como una herramienta para concienciar a la población sobre la importancia de adoptar medidas de higiene para combatir el avance de la enfermedad. La obra se divulgó de forma gratuita desde la web en la que habitualmente se publican sus aventuras, y se ofreció, igualmente sin cargo, a todos los medios impresos del país que quisieran incluirla entre sus páginas.

Club de Superhéroes: Todos contra la gripe A”, si bien debe entenderse en el contexto del clima de enorme preocupación que afectaba a la opinión pública mundial en aquellos primeros meses de la pandemia, sin duda se abre con un enfoque tremendista y catastrofista. Aunque el tono general de las historietas protagonizadas por el Chispa es humorístico, en este caso concreto se torna dramático, ofreciendo una visión apocalíptica del problema:





















Hecha la observación anterior, cabe decir que a continuación la obra se ciñe a su intención divulgativa, y se proponen medidas preventivas diversas, que se corresponden con las que en aquellos momentos estaban recomendando las autoridades sanitarias de diversos países:


Detengámonos brevemente en la última recomendación que se propone en la viñeta que acabamos de leer.

Evitar aglomeraciones que nos coloquen en contacto muy próximo a otras personas, sin lugar a dudas, contribuirá a disminuir la probabilidad de contagios, al igual que lo haría evitar, dentro de lo posible, cualquier tipo de contacto con otras personas. Sin embargo, es una medida que, como todas las demás, debe evaluarse desde el punto de vista de sus ventajas potenciales y sus perjuicios probables.

¿Realmente es fácil (es, siquiera, posible) evitar contacto con otras personas? Obviamente, teniendo en cuenta nuestra forma de vida, no lo es. En la mayoría de casos, tendríamos que dejar de acudir al trabajo, los niños tendrían que dejar de asistir a la escuela, y tendríamos que modificar o eliminar muchos de los hábitos en los que fundamentamos la cotidianeidad de nuestras vidas. El humorista colombiano Matador, el 5 de mayo de 2009, bromeó sobre el tema, poniendo un ejemplo muy concreto:






Es por ello que las recomendaciones, para tener verdadera eficacia, deben ser lo más concretas posibles. En el caso de España, el Ministerio de Sanidad y Política Social recomendó, al respecto, evitar los besos y contacto muy cercano, para prevenir el posible contagio “a través de gestos de cortesía”.

También en otros países se recomendó eludir los besos de cortesía en el saludo, y sustituirlos por un apretón de manos. Y la medida se amplió a los abrazos, los cuales, evidentemente, constituyen una de esas situaciones de “contacto muy cercano” que nuestras autoridades sanitarias recomendaban evitar.

No obstante, diversas formas de contacto físico en el contexto del saludo están muy arraigadas en las diferentes culturas (en nuestro medio, fundamentalmente los besos, los abrazos y el apretón de manos, ordenados de mayor a menor riesgo de contagio), y, puesto que se entienden como demostración de afecto y amabilidad, y no corresponder a los mismos puede interpretarse como mala educación o falta de consideración o de delicadeza, erradicar esas costumbres (especialmente si pretende hacerse de la noche a la mañana, como sucedió en el contexto al cual nos estamos refiriendo) no es tarea fácil.

C. Manresa, en El Jueves nº 1685, y MEL, en El Diario de Cádiz, lo plasmaron en sendos chistes a inicios del mes de septiembre de 2009 (el 9 y el 3 de septiembre, respectivamente):
























Probablemente por el hecho de que la práctica del llamado besamanos está (salvo en determinadas situaciones) casi en desuso, las recomendaciones de las autoridades sanitarias no la incluyeron expresamente entre las conductas a evitar. Se llama besamanos a un modo de saludar que consiste en tomar la mano derecha de la persona a quien se saluda y acercar el dorso de la misma a la propia boca, en ademán de besarla. Tradicionalmente se consideraba un acto galante para saludar a mujeres casadas, y en la actualidad ha quedado prácticamente relegado a un modo de saludar a determinadas autoridades políticas o religiosas. Aunque el contacto físico entre la boca y el dorso de la mano no es realmente necesario, si llegara a producirse podría, también, constituir un cierto riesgo de contagio.

El humorista peruano Heduardo se refiere al besamanos en un chiste publicado en su blog el 1 de mayo de 2009, utilizándolo, aparentemente, para manifestar su desacuerdo con una eventual connivencia entre las dos autoridades peruanas que en él se citan (política, una; religiosa, la otra):