miércoles, 11 de junio de 2014

Popeye y la rotura del tendón del bíceps


Popeye es un personaje de cómic creado por el dibujante norteamericano Elzie Crisler Segar (1894-1938), conocido profesionalmente como E.C. Segar, que apareció por vez primera en 1929 como personaje secundario en su obra Thimble Theatre (una tira de prensa diaria que se distribuía en diversos periódicos). Con el tiempo, Popeye el marino ganó preponderancia en las historias allí narradas, y su nombre se convirtió también en el título de la obra que protagonizaba.

Primera aparición de Popeye, en enero de 1929 (por E.C.Segar)


Popularizado a través de la propia historieta (continuada por otros autores, como Bud Sagendorf, tras el fallecimiento de su creador), de series de dibujos animados para televisión, seriales de radio, películas, juegos electrónicos, anuncios y otros productos, Popeye se ha convertido en uno de los personajes de cómic más conocidos a nivel internacional.


Una de sus características más destacadas es la de desarrollar superfuerza como respuesta a determinados estímulos (pronto se descartó cualquier otra opción y quedó claro que la circunstancia que le proporcionaba superfuerza era la ingesta de espinacas, cuya disponibilidad en momentos críticos era lo que le salvaba de los apuros en que se veía inmerso en el transcurso de sus aventuras): de hecho, algunos autores defienden que Popeye puede considerarse el primer superhéroe de la historia, pues su aparición es anterior a la de Superman.



El aspecto físico de Popeye es también peculiar: además de otras características, presenta unos antebrazos desproporcionadamente gruesos (adornados por sendos tatuajes representativos de un ancla), que se unen a los hombros por unos brazos grotescamente finos. Cuando adquiría su superfuerza, sin embargo, un bíceps llamativo protuía en el centro de cada uno de esos brazos.  



El bíceps braquial es uno de los músculos que permiten la flexión del antebrazo sobre el brazo, aunque no es esa su única función. Situado en la cara anterior del brazo, entre el hombro y el codo, tiene dos porciones (de ahí su nombre: bíceps), una corta y otra larga. La porción corta se origina en un saliente situado en la zona anterosuperior de la escápula (omópato), llamada apófisis coracoides. La porción larga se origina en otro saliente de la escápula, la tuberosidad supraglenoidea, y desciende por una hendidura longitudinal que tiene el húmero, llamada corredera bicipital (pues es el canal por el que “corre” el bíceps). Ambas porciones se reúnen en un mismo vientre muscular, el cual se inserta inferiormente (a nivel del codo) mediante un tendón común, en el extremo más cercano del radio (que es uno de los huesos que, junto al cúbito, forma parte del antebrazo).

Un tendón es una parte del músculo, de consistencia fuerte (etimológicamente, tendón significa "que tensa") y, a diferencia del resto del músculo, sin capacidad contráctil, formada por tejido conectivo fibroso, que une el músculo al hueso.

A veces, los tendones se rompen, ya sea de forma parcial o de forma completa. Cuando se rompe de forma completa el tendón de la porción larga del bíceps (fundamentalmente por un traumatismo o un sobreesfuerzo brusco), se produce un fenómeno curioso: cuando el paciente intenta flexionar la articulación del codo contra resistencia (es decir, intenta doblar el antebrazo sobre el brazo mientras él mismo u otra persona impide su desplazamiento), si el tendón de la porción larga del bíceps está roto se aprecia cómo el vientre muscular, que ha perdido su fijación en el hombro, se desplaza hacia el codo, produciéndose una deformidad en forma de elevación en la zona media del brazo que recuerda a la bola que se forma en el brazo de Popeye tras haber comido espinacas.

Por esa similitud, ese fenómeno recibe el nombre de “signo de Popeye”, y es indicativo, como hemos dicho, de una rotura completa de la porción larga del bíceps.