Cuando un miembro de un grupo social (de la
familia, de la clase, de la pandilla de amigos, …) padece una alergia
alimentaria o una intolerancia alimentaria, la implicación de todo el
colectivo es fundamental para disminuir riesgos y facilitarle las cosas a
esa persona. No se trata tanto de una cuestión de solidaridad como de
seguridad. ¿Os imagináis lo difícil que podría ser evitar la
contaminación cruzada si en la compra, en la cocina, al servir la mesa,
al comer… somos negligentes? ¿Os imagináis el acopio de paciencia que
los niños y adolescentes deben hacer si su día a día está lleno de
frases como “por un poco no te va a pasar nada”, o “seguro que no es
para tanto”,… por parte de sus compañeros? ¿Y lo claras que deben tener
sus ideas para recibir esos mensajes sin que su certeza se tambalee lo
más mínimo?
Y, por supuesto, la implicación activa
de los adultos, especialmente (pero no exclusivamente) de quienes
ejercen de cuidadores, es fundamental, tanto dentro como fuera de casa.
“Daddy’s Home” (“Papá está en casa“) es una serie de tiras cómicas creada por los humoristas norteamericanos Anthony Rubino y Gary Markstein
que se centra en la participación de un padre de familia contemporánea
en las tareas domésticas. En una de las entregas de 2008, los autores
plasmaron el riesgo de que uno de los adultos de la casa se mantenga
desinformado (en este caso, aparentemente por desinterés) de la alergia
alimentaria del hijo, puesto en evidencia de forma contundente por la
respuesta irónica del propio hijo. Es un perfecto ejemplo de lo que
acabamos de comentar:
Nota: El contenido de esta entrada ha sido divulgado previamente desde el portal Alergia y Asma, y ha sido adaptado a este blog por su propio autor.