Entre los chistes que nos parecían adecuados para analizar en nuestra entrada anterior hay uno que finalmente preferimos reservar para introducir un concepto nuevo. Se trata de una obra del humorista italiano Frago que hace clara referencia a la lluvia radiactiva (se llama, precisamente, Nuclear rain -Lluvia nuclear-, y data de marzo de 2011):
Lluvia radiactiva es el nombre que damos a la caída de partículas radiactivas desde la atmósfera después de su liberación como consecuencia de una explosión o accidente nuclear. Las partículas de material radiactivo que han escapado como consecuencia del accidente o de la explosión se difunden por la atmósfera (incluso, si la potencia de la explosión es suficiente, podrían llegar hasta la estratosfera), desde la que posteriormente descienden hacia el suelo, donde se sedimentan. Se trata, pues, de un peligro de contaminación radiactiva residual posterior al accidente o explosión, que no solamente podría actuar de forma directa sobre la vegetación, los animales y los seres humanos, sino también de forma indirecta, por contaminación del agua y de la cadena alimentaria.